La hernia de disco cervical se produce por el desgaste del anillo fibroso que protege los discos cervicales. Al agrietarse estos, permiten el paso del núcleo pulposo de dicho anillo que ejerce presión sobre el nervio generando dolor. Este se manifiesta en el cuello, el brazo y el hombro con un dolor sordo que suele venir acompañado de entumecimiento y hormigueo.

Los síntomas puedes ser confundidos con el síndrome del túnel carpiano e incluso con la gota; por eso es tan importante el diagnóstico en este campo; el tratamiento de una dolencia a otra cambia drásticamente.

El tratamiento de la hernia discal cervical no suele necesitar cirugía en un alto porcentaje de casos, escogiendo en su lugar terapia de frío y calor junto con medicamentos. Tras un proceso de seis semanas se analiza el resultado, y en caso de desaparición de dolor, se dará la dolencia por solucionada. Sin embargo, si se encuentran sospechas de compresión de la medula espinal o si los síntomas no desaparecen recurriremos a un tratamiento quirúrgico de manera inmediata.