La hernia de disco lumbar es una patología de la columna muy dolorosa. Por la degeneración de un disco y su posterior deterioro, su núcleo interno se desplaza hasta realizar presión sobre el nervio, al encontrarse directamente bajo la raíz nerviosa raquídea.

Este dolor acaba recorriendo desde el punto de afección a la pierna y glúteos, llegando hasta a ser invalidante. Los síntomas son, por lo tanto, evidentes: dolor en la pierna y en la espalda, entumecimiento y hasta la pérdida del control de la capacidad urinaria, que es sintomático de una patología más grave.

El primer tratamiento a aplicar es, en primer instante, conservador. Se aplicará fisioterapia, calor y medicamentos. Tras ello, y si tras un mes y medio los síntomas siguen manifestándose habrá que recurrir a la cirugía; más en concreto a una microdisectomía que se podrá repetir en caso de producirse una nueva hernia discal lumbar sobre la primera.